domingo, 29 de noviembre de 2015

Me provocas tanto mareo como indigestión. Así como una indigestión desentimientos.

     El destino vuelve a truncar nuestras metas.



Trataba de escribirte algo realmente bonito. En cierta forma, no sé decir lo bonito que era, pero me había salido de tan dentro y había conseguido liberarme tanto...que supuse que tendría que serlo.Sin embargo, se borró. Tan fácil y tan fugaz como todo lo que tiene que ver con nosotros.
Tendré que planearlo de nuevo. Planearlo, plantearlo y REplantearmelo.




























Jamás me gustaron los comienzos, porque formarán parte de nosotros para siempre... Hasta
ahogarnos.
Creo recordar que hace casi cuatro años que nos provocamos esta impotencia, de evitar lo evitable y lo inevitable. Trato de recordar una y otra vez nuestras primeras veces, las primeras que nos vimos, ¿las recuerdas?...yo no paro de intentarlo. Ni siquiera tengo un recuerdo vago de ti, ni siquiera me esfuerzo por aclarar todo eso borroso que pasa por mi mente, todo eso que no me produce ni dolor, que no me produce absolutamente nada. Creo que no quiero recordar y nunca he querido, pero me produce nostalgia no ser capaz de tener recuerdos contigo. Nuestros recuerdos se basan en tragar saliva.

Al fin y al cabo llevo todo este tiempo tratando de crearlos, o eso quiero creer con todas mis fuerzas. Me he parado infinidad de veces a tratar de ver nuestra parte buena, aunque solo se trate de intentarlo. ¿Existe la parte buena entre tú y yo?, intenta tú mismo separar todo aquello que demuestra debilidad, todo aquello que no deja que avancemos, todo lo malo que tenemos...Solo salen borrones, y yo acabo quedándome completamente en blanco, porque nunca he querido acabar de ordenarlo, acabar de pensar todo aquello que viene contigo y poder quedarme tranquila dentro de la intranquilidad que me produces. Entre nosotros siempre fue más fácil hacer borrones y dejar sobresalir algo de lo bueno, tan abstracto que ni siquiera se queda ahí. Fíjate, ni lo bueno quiere quedarse si es contigo. 

Es decir, nunca te recuerdo más allá de un año atrás, soy completamente inútil. Creo que no paro de borrar todo aquello que me provocas, independientemente de lo intenso que sea o las ganas que le pongas. Todo lo que me haces sentir me crea duda, aunque te esfuerces, aunque te creas vencedor e incapaz de dar más de ti porque lo has conquistado todo. Sigues sin conquistar nada, por todo lo ambiguo que te envuelve.
No tienes ni la mitad de valor que nos hace falta, que me hace falta para creerte, para poder dar un paso en falso sobre seguro, porque contigo todavía no consigo diferenciar bueno de malo.

Por eso no te pienso casi nunca, porque me sienta mal. Tan mal como subirme a una atracción después de comer hasta reventar... ¿Y sabes?, mariposas o nervios es capaz de soportarlos cualquiera, pero sobrellevar el vómito es realmente difícil. 
Cada vez que trato de pensar, rehacer o recordar algo de ti, me provoca mareoTanto mareo que confunde, confunde por dentro. Me provocas tanto mareo como indigestión, a sí como una indigestión de sentimientos. Me evocas esa sensación de que jamás podré llegar a entender nada, no podré llegar a decirlo todo, a soltarlo justo de la forma adecuada para poder hacerte participe de la mínima parte. Incapacidad

Siempre pensé que algún día terminaríamos de girar, acabaríamos de dar todas esas vueltas sobre nosotros mismos, conseguiríamos que pasase el tiempo suficiente e irremediablemente maduraríamos. Acabaríamos poniéndonos el uno frente al otro buscando la tranquilidad en mirarnos. 
Pero nunca pensé, que a pesar de todo seguiríamos siendo igual de cobardes. Tenía la esperanza de que al menos uno de los dos demostrara al otro que no merece la pena luchar por algo tan atemorizado, y ni siquiera hemos conseguido eso, ni siquiera hemos conseguido romper algo de nuestro silencio.
Muy dentro de mí, quiero creer que ya hemos parado de dar vueltas y hemos escogido quedarnos el uno frente al otro, tal y como lo había planeado. Pero los dos pensamos que no paramos de dar pasos en falso, y eso sí estaba completamente fuera de mis planes. Ser completamente estúpidos por creer. 


Creo que nos estamos matando y todo esto me crea migraña.

Siempre aparece algo que hace que nos replanteemos la estupidez de romper esta mierda que nos hemos creado y que hace que nos sigamos autoengañando, porque es demasiado tarde, porque el tiempo no es inagotable. Pero...¿Realmente hay tiempo que decida lo tarde entre nosotros?.
No entiendo esa vara de medir a la que tanto nos aferramos, todos nuestros silencios, impotencia, cobardía, nostalgia o angustia, son inagotables...Pero en cambio ¿el tiempo si lo es?.  Puede pasar el tiempo pero seguimos empeñándonos en valorar lo mismo, lo que nos interesa, lo que menos daño puede hacernos. ¿Es sincero pasarse la vida siendo un par de cobardes que tratan de hacer otro borrón de todo lo anterior y se refieren a todo esto como "una brisa veraniega"?.
Sólo somos los mayores hipócritas que hemos conocido, y nuestro cinismo no para de cegarnos, pero ¿sabes?, a veces me evado cuando te miro, parando el tiempo, jugando con mi valor creyendo que es real. ¿Por qué medimos solo lo que nos interesa?.



  

sábado, 7 de noviembre de 2015

Duele ser presa de un silencio del que nunca podrás volver a desprenderte.- SSNA






Duele ser presa de un silencio del que nunca podrás volver a desprenderte.






Creo que hay veces que no puedes evitar refugiarte en algo, refugiarte en algo en lo que nadie pueda entrometerse, algo que nadie pueda criticar, algo que nadie puede atreverse a juzgar o comentar.
Intentas maquillar tanto la verdad, que deja de ser real y pasa a ser sólo una gran mentira de la que eres cargo, una de esas mentiras que pesan por dentro, una de esas mentiras que te destrozan.
Ese momento fué en el que decidí buscar el silencio, y en cuanto lo encontré, no pude salir de él.

Durante mucho tiempo me he refugiado en mi silencio, en el desconocimiento. Pensé que todo sería más fácil si era completamente dueña de mi vida, dueña de mi verdad, y dueña de mis sentimientos. Nadie podría hacerme daño si nadie podía juzgarme, pero el silencio puede hacer mucho más daño que cualquier juicio insensato.
Entonces te sigues refugiando, creyendo que simplemente buscas algo en lo que poder liberarte y abrirte de la forma más segura posible, y eso es tu silencio. Cuando se va haciendo grande, lo único que hace es ahogarte, hacerte presa de tu dolor, hacer que no veas salida, y el problema pasa del miedo a ser juzgado, a que nadie pueda saber que estás hecha una completa y jodida mierda.

Pasas al lado de gente, que te mira y te traspasa, que te obvia, gente cercana que no ve nada, que incluso te machaca (pensando que eres capaz de soportarlo), ni tu familia es capaz de verlo.
Te haces tan presa de tu dolor, que te paralizas, y ninguna parte de tu cuerpo demuestra nada.
Duele, estar tan hundida y tener que seguir adelante sola. Duele, necesitar un abrazo y que nadie te lo dé. Duele, pensar que quizá la salida sea liberarte y contarlo todo de una vez por todas, pero ya no tienes valor para hacerlo. Duele, que nadie sea capaz de ver que ya no puedes más, y que no eres tan fuerte, y duele, que sólo quieras gritar y que no tengas voz.
Todas esas veces que quieres llorar, y ni las lágrimas salen de tí, porque parece que ni siquiera ellas están ahí, ni siquiera ellas pueden demostrar que sigues viva, porque estás completamente apagada.

Creo que es esa la razón por la que tanto me cuesta hablar de tí, porque creo que vaya donde vaya, haga lo que haga, o intente con todas mis fuerzas huír de tí, sea donde sea, ahí estarás.

Me juré que jamás hablaría de tí, y mucho menos, haría algo con este dolor. Me cuesta admitirlo, y será una de esas cosas que nunca comentaré en público y me llevaré a la tumba, pero llevaba tanto tiempo con la ilusión tan perdida, que he llegado a pensar que no podría volver a recuperarla nunca, que no podría volver a sentir algo bonito, a sentirme agusto, o volver a ser yo misma.

No es sólo la fuerza que me faltaba, y lo perdida que me sentía, es que me parecía que no tenía luz, que estaba tan apagada que nadie podría volver a ver el brillo de mis ojos, nadie podría volver a disfrutar de mi ilusión, y no conseguiría volver a darle a nadie todo lo bueno que tengo.

Sé que todo esto es culpa de lo negada que me he sentido durante tanto tiempo.
He sentido que nunca volvería a discutir hasta que se me acabasen las lágrimas, que no volvería a pasar noches sin dormir de dolor, porque ya las había agotado, ya no me quedaba fuerza para volver a hacerlo nunca más.
Creo que me anulé, me sentí más muerta que una ola rompiendo en la orilla, creo que ni siquiera pude refugiarme en el alcohol porque no tuve valor.

Perdí las ganas de defenderme, ser fiel a mi misma, disfrutar, cometer alguna locura, o dejar de pensar. Perdí las ganas de llenarme de vida, me marchité completamente.
Me hundí tanto que pensé que estaba aplastada, rechazada, olvidada y definitivamente muerta en vida. Sentí que no podría volver a ser feliz, y creo que fué la peor sensación que he tenido.
Sentir que no has aprovechado la vida cuando podías hacerlo, querer volver al pasado una y otra vez para cambiarlo todo, para poder volver a tomar las riendas, para disfrutar de todo lo que tenía antes y no era capaz de valorar. Lo fácil que eran las cosas, lo afortunada que era por sentir todo aquello.

Pero lo peor, es arrepentirme de que alguien me haya anulado tanto, tanto que me asusta a mí misma. Tanto, que necesito negarlo para sentirme mejor, que necesito aferrarme como a un clavo ardiendo a la negativa. Mentir para que no piensen que soy tan estúpida de haberme dejado manipular y no parar de volver.

Lo peor es arrepentirte de tus decisiones, aunque en algún momento sea lo que hayas querido.

lunes, 2 de noviembre de 2015

You act so innocent now, but you lied so soon

Me parece bonito pensar que hay algo bueno en tí que todavía tengo que descubrir.

Trato de olvidarme de todo esto, porque realmente es una tontería y no paro de construirme una vez tras otra, castillos en el aire. Que cada vez son más grandes y que cada vez están más lejos del suelo.

Todo esto, corre claramente en mi contra, y soy completamente consciente de ello, por eso no quiero pensarlo, y quiero seguir haciéndome creer que todo esto es una historia que puede que tenga final, y quizá, un día de otoño, te acabe confesando todos estos delirios de noches de verano (y otoño).

No quiero acordarme de tí, porque es inútil, y en vano, ni siquiera estas aquí.
Y de verdad, que mi cabeza se esfuerza, pero no puedo luchar contra una vaga esperanza que me das, que siempre son tonterías y esas cosas que de ser al contrario me llamaría ilusa de mierda. 

¿Por qué te empeñas en aparecer cuando estoy empezando a olvidarme de ti?.
Sí lo hicieses a propósito, ten por seguro que te odiaría más de lo que te odio, pero que lo hagas sin querer, me resulta el doble de odioso aún, porque me haces ilusionarme sin quererlo, y estar a las 4 de la mañana pensando en tí. 
Y así nos va...

Ojalá pensases tu también en mi, ojalá no fuese sólo una historia de verano.

Y en mi cabeza, no para de resonar la canción con la que inevitablemente me acuerdo de ti.




"When I met you in the summer,
To my heartbeat sound
We fell in love
As the leaves turned brown.
And we could be together baby
As long as skies are blue,
You act so innocent now
But you lied so soon
When I met you in the summer"